Subimos tres coches con un total de 11 personas y un compañero con el que quedamos en el reloj de sol pero nunca vimos hasta su llamada al director de la asociación (confusiones inevitables) contando que había cambiado su planing del domingo. Sin más problema empezamos una ruta alocada por el parque llegando hasta Jesús del valle. El problema entre comillas era la vuelta que pendía hacia lo vertical y con el afán de bocadillo llegamos a recorrer en menos tiempo todavía si cabe que la bajada. En fin, a la vuelta, siesta y almuerzo en buena compañía y buen clima.
Cuando empezó a hacer frío dimos otra vuelta a todo el parque, con mini circuito de sport para quien lo quiso y final feliz pese a la vuelta hacia granada a pie de dos compañeros y abandono del recreo. Nosotros fuimos a tomar café a un pub que se encuentra al inicio del nuevo acceso hacia la Alhambra. Se nos sumaron dos compañeras que habían pasado el domingo sin rumbo y llamaron al teléfono de la asociación. Estuvimos muy a gustito y echamos unas risas. Cada uno pagó lo suyo y hasta la próxima. Una jornada inolvidable que refleja de nuevo lo que de equivocadas tienen algunas decisiones institucionalizadoras que se toman en los despachos de salud mental sin ninguna otra referencia.
Antonio Luque ¡Fernández
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