Nos citamos a las 9 de la mañana para coger el autobús que nos llevaría a Cumbres Verdes, los primeros que llegamos comentábamos: "¡Quiénes serán los valientes compañeros que acudan a la cita con este frío que hace y nevando como está!". Al final nos reunimos ocho intrépidos aventureros que, tras llegar a Cumbres Verdes ,nos encontramos que todo el campo estaba cubierto con una capa fina de nieve.Los que acudimos a la excursión eramos personas que nos movíamos con bastante agilidad y nos gustaba andar, por ello decidimos ampliar nuestra ruta. En los Llanos, un área recreativa, hicimos un pequeño descanso para tomar una fruta, pequeño bocadillo, etc.; a continuación nos dirigimos al Barrio de Monachil donde estuvimos tomando un café en una cafetería llamada "el Gato Montés", que a todos nos maravilló porque es un lugar muy acogedor, elegante donde había música de piano en directo que nos deleitó y nos relajó bastante.
Retomamos el camino y nos dirigimos a Monachil Pueblo, ahora nevaba con más fuerza y algunos compañeros tuvieron que abrir los paraguas. A Monachil fuimos bordeando una pequeña acequia, con una vegetación frondosa y muy bonita. Como no paraba de nevar y lo hacía cada vez más fuerte, nos dirigimos a tomar nuestros bocadillos al Barrio de Monachil, a una casa que tiene allí nuestro amigo Igancio Martín que es quien nos acompaña de guía siempre en las excursiones. Comimos en la casa de Ignacio, en el salón al calor de la chimenea.
Otro de nuestros compañeros Antonio Carmona nos invitó a tomar café a su casa de la Zubia. No nos lo pensamos dos veces y emprendimos la marcha hacia su casa. Allí nos estaba esperando su mujer, Yolanda, que hizo de anfitriona y nos trató "a cuerpo de rey" sirviéndonos a unos unos cafés ricos con unos pastelitos, y otros optaron por un zumo natural de naranja. Desde la Zubia cogimos el autobús camino hacia Granada.
Ha sido esta excursión toda una experiencia de aventura, superación y compañerismo.
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