Queridos lectores y lectoras del blog
de SAPAME, me es grato comunicaros que el viaje anual que hacíamos
en el puente de la Inmaculada en Diciembre, se ha pasado al Corpus
esperando mejor tiempo. Cosa que no ha sucedido pues hemos tenido que
pasar frío, e incluso nos nevó el Miércoles por la noche en el
viaje que hemos realizado treinta y cuatro personas socias de SAPAME,
socios colaboradores y personas allegadas.
El Miércoles veintinueve de Junio,
vísperas del Corpus en Granada, partimos a las siete y veinte de la
mañana hacia Las Majadas de la provincia de Cuenca. El paisaje fue
muy variado hasta llegar a dicho pueblo, donde prevalecían los
pinares.
Por la tarde fuimos en el autobús al
Mirador de los Picos, que tenía unas vistas muy bonitas.
Tras verlo y disfrutar de sus bellas
panorámicas, diez personas fuimos andando a Los Callejones,
formaciones rocosas de distintas formas que nos impresionaron
bastante. Los demás fueron en el autobús y volvieron en él a Las
Majadas. Las demás personas andando, que en total fueron cuatro
kilómetros y medio.
Al día siguiente amanecimos con los
coches nevados y algunas personas estuvimos tirándonos la nieve,
antes de ir a la Ciudad Encantada, también una formación rocosa de
distintas formas, que en este sitio eran mas abundantes y variadas,
gusto bastante más. Habían formas muy diversas, como las tres
carabelas, una foca con una bola, un elefante besando a un cocodrilo
y más. Todas muy bonitas e impresionantes.
De vuelta a las Majadas, vimos la
Ventana del Diablo, un mirador como una cueva con grandes ventanales
desde donde se veía toda la zona que era muy bonita. Por la tarde
fuimos a Cuenca, donde nos esperaba el guía Guillermo, quien tenía
una vis cómica. Con sus explicaciones de Cuenca, en el autobús
subimos a lo alto de la ciudad, para bajarla andando con Guillermo
que nos iba contando las características principales de las
construcciones de piedra, que se alzaban en todo el casco antiguo de
la ciudad. Vimos una de las sedes españolas de la Santa inquisición,
así como conventos e Iglesias y la Catedral por fuera, en la plaza
mayor. Tras ver las casas colgantes a la luz del día, esperamos a la
noche para verlas iluminadas, que nos impresionaron.
El tercer día amanecimos también con
frío aunque salía un poco el sol. Yendo ya con las maletas en el
autobús al nacimiento del río Cuervo. Para llegar a él había que
andar unos dos kilómetros a la vera del río, viendo unas cascadas
preciosas. Haciéndonos una foto de grupo en una de ellas.
Ya de camino a la provincia de Teruel,
dejando Castilla la Mancha y entrando en Aragón y perdiéndonos un
poco, llegamos a Origuela del Tremedal, donde nos alojamos en una
residencia de tiempo libre, emboscada entre pinares, que era lugar de
residencia en los días de caza de Franco. Nos gustó mucho la
residencia, el trato que nos dieron, la comida y las habitaciones.
Por la tarde vimos Albarracín,
patrimonio nacional y que está propuesto para ser patrimonio de la
Humanidad. Allí todo es construcción del siglo diecisiete. Y están
muy bien conservadas las casas. Vimos una de ellas por dentro y nos
gustó mucho. Impresiona la conservación del pueblo. Había unos
callejones, en los cuales las viviendas por la parte de arriba
estaban casi juntas, y era para el frío y el sol.
El Sábado día uno de Junio,
estuvimos en la provincia de Zaragoza, en Calatayud y el Monasterio
de Piedra, Visitando un paraje natural Majestuoso con cascadas,
pequeñas cuevas con estalactitas y estalagmitas, con una vegetación
muy diversa. Y había un espectáculo de aves rapaces que yo no vi
pero quien lo vio dijo que fue impresionante. En este paraje
maravilloso, tuvimos un encuentro con compañeros y compañeras del
Centro de Día de Calatayud, nos informaron de lo que hacían y
nosotros/as también les informamos a ellos/as, fue un intercambio
muy fructífero .Yo y algunas personas más no vimos los restos que
quedan del Monasterio, pues decidimos después del picnic, salir
hacia el Santuario Virgen de la Hoz. Tras ver el Santuario y la zona
con tajos, unas diez personas subimos a dos miradores, que estaban
altos y había que subir unos quinientos escalones, pero mereció la
pena. Abajo vimos hasta una boda. Al ganar tiempo los que quisimos
nos bajamos en Origuela del Tremedal, viendo entre otras cosas su
templo que era muy monumental y bonito.
Llegó el último día, la vuelta, con
tristeza por el fin del viaje, fuimos a ver Teruel, de arte Mudéjar,
como iconos o símbolos la estrella de cinco puntas y el torito.
Begoña, nuestra guía en Teruel, nos comentó la historia del Toro,
Así como la de las Torres Gemelas y representamos la historia de los
Amantes de Teruel. Viendo un grupo nutrido el Mausoleo de los amantes
de Teruel.
Ciudad chiquita pero muy bonita.
Con tristeza por dejar Castilla la
Mancha y Aragagón y alegría por volver a Granada, tierra por
nosotros/as añorada estos días de distancia. Espero que después
del relato os animeis a venir en otro viaje.
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