Con
ilusión, pues para la mayoría de las personas que íbamos a pasar el día en la
playa de Marina del este, era nuestro primer día de playa, quedamos para
estrenar la temporada playera. El día amaneció templado y fue caldeándose conforme
iban pasando las horas del Sábado Veintidós de Junio. Lo cual nos venía bien
para nuestros propósitos, que eran pasar un día agradable y remojarnos en el
agua marina.
Es
una cala muy bonita, donde no había mucha gente cuando llegamos y tampoco fue
demasiada después, con lo cual nos hizo la estancia más agradable.
Montamos
la feria de la sombrilla, llevábamos seis sombrillas, y bajo ellas descansamos
y nos bañábamos, aunque el agua estaba fría. Entre baño y charla llegó la hora
de comer, con mantel y todo. Roberto hizo una ensalada de pastas, e Irene
compartió una ensalada de verduras, jamón serrano y embutido de pavo y yo
compartí habichuelas verdes aliñadas. Comimos de maravilla.
Llegó
la hora del “cafelillo” y el correspondiente reposo después, esperando cinco
personas a que diera menos el sol, para alquilar una barquilla a pedales. Se lo
pasaron muy bien.
El
día de playa fue estupendo, lo pasamos muy bien, compartimos comida y
experiencias vitales nuestras.
Hasta
después del verano, aunque desde Sapame seguiremos informandoles de todo cuanto
acaezca.
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