Queridos amigos, compañeros y socios de Sapame, hoy día 18 de Marzo hemos
comenzado el tercer bloque de asuntos de nuestro interés en ayuda mutua. El empowerment y la recuperación son el
último jalón este año de cara a los objetivos más interesantes para recobrar la vida definitivamente. En
esta senda de la salud y la enfermedad que nos ha tocado seguir más afortunada
o desafortunadamente, es siempre un tema de capital importancia.
En el transcurso de la sesión surgieron muchas aportaciones
y el debate fue rico y como siempre útil en muchos casos.
Empowerment se puede traducir como empoderamiento,
emprendimiento, puesta en marcha....
Para quererte, para tener una buena autoestima, aparte de
la familia, están también los pares (gente de la misma edad) o los iguales
(gente con circustancias socio-familiares similares) y es muy importante “echar
cosas al saco”, experiencias positivas, para tener motivos, como digo, de
quererse. A veces con un diagnostico y la puesta en entre dicho de la capacidad
de autogobierno de cada cual, es necesario disfrutar de la vida, tomarse un
tiempo, tu ritmo, seguir soñando y avanzar en las metas y proyectos que
consideramos propicios. En resumen, retomar
nuestra propia iniciativa como personas. Entender la salud mental como
proceso por el que muchos cursan, diagnosticados o no, a lo largo de sus vidas
ayuda a ser gente que “ha pasado por un problema de salud mental” y se ha
rehecho o trabaja para lograrlo, más que un sujeto etiquetado como enfermo.
Tomás de Kempis nos
regala un apotegma muy útil: “La costumbre con costumbre se quita”, y aparte de
nuestra propia voluntad en esto del empoderamiento y la recuperación,
necesitamos algo de importancia y relevancia mayúscula: credibilidad y confianza.
Para cambiar nuestra conducta es precisamente la
confianza entre iguales algo que se da, si me apuran, espontáneamente... y la
contraparte a esta espontaneidad es que es precisamente entre esta necesidad de
confianza donde se mueve el autoestigma
y la discriminación. Al salir de
la zona de confort no solo con conductas con las que queremos sino que
con la confianza entre iguales
para retomar un proyecto y en algún modo dar sentido a la experiencia de
enfermar, podemos recuperarnos no sólo
socialmente.
Concluir con una cita del programa PACE del National
empowerment center (podéis buscarlo en internet): “psiquiatría inversa”. Pacientes psicóticos que habían sido
diagnosticados y estaban siendo tratados por primera vez, trabajaron con un
equipo psiquiátrico que veía la psicosis como una crisis humana que podía ser
superada, que no creía en el empleo de [medicamentos] neurolépticos y que
evitaba la hospitalización. Como resultado de esto, a ninguno de los pacientes
se le diagnosticó esquizofrenia y todos fueron capaces de superar su psicosis y
regresar a la comunidad.
De todo esto se puede seguir la importancia del
movimiento asociativo, y por ello damos las gracias a FAISEM por hacerlo
posible y por trabajar en algún modo para brindar confianza y recursos a los
usuarios del sistema público de salud.
Mi mensaje para todos no es ambicioso: Recuperar la vida definitivamente
es posible.
Concluyo; os seguiremos contando cosillas por aquí por
Villarejo.
Con cariño Antonio Luque Fernández.
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