En la sesión del taller de Ayuda Mutua de esta semana se abrió un espacio de reflexión y apoyo muy enriquecedor. Íbamos a ver una película, pero por problemas técnicos no pudimos verla, y nos dispusimos a leer un artículo sobre la película, que por cierto, se llama Cleopatra (2003). De él extrajimos la importancia de dedicar tiempo a uno mismo, ya que esto nos ayuda a descubrirnos, a conocer mejor nuestra propias capacidades y potencialidades. Tras la lectura del mismo, pasamos a otro texto que nos aportaba un par de claves para nuestro crecimiento y bienestar personal. El texto se titula "Las riendas de la felicidad", en el que habla de los cursos de crecimiento personal que muestran el camino para aprender a enfrentarse a la toma de decisiones y a manejar la propia vida en busca de un mayor bienestar.
La
primera clave que concluimos del texto era la necesidad de una coherencia y un
equilibrio entre lo que siento, lo que
quiero y lo que hago, es decir, encajar equilibradamente el pensar, el sentir
y el actuar. Algunos compañeros destacaron la dificultad en algunas ocasiones
de pasar a la acción, del “hacer”, que el primer paso es el más difícil y el
más importante, ya que una vez dado ya hemos conseguido un gran logro en
nosotros y para nosotros. El desarrollo de la asertividad nos puede ayudar a
conseguir esto.
Otra
clave que nos aportó el texto estaba relacionada con la insatisfacción, la cual
nos puede atar o estancar en una situación que no queremos. Por ello, debemos
afrontarla para cambiarla ya que según el texto, “la capacidad de elegir y
decidir nos hace libres”, nuestra actitud ante las situaciones es la máxima
libertad que podemos tener, y ejercerla de una forma asertiva nos puede llevar
a una vida satisfactoria y equilibrada.
Por
último, para afrontar las situaciones más difíciles de la vida, el texto nos da
la última clave: “hay que permitirse sufrir en el duelo: del dolor sale algo
positivo”. Con esto quiere decir que un duelo (pérdida de un ser querido,
separación de la pareja, un cambio drástico en la vida….) bien gestionado nos
aporta madurez, permitiéndose sufrir durante el periodo que dure el duelo, así
no lo arrastraremos.
Antes
de terminar la sesión, Rosa nos leyó unos fragmentos de un artículo de Enrique
Rojas, en el que precisamente hablaba de
la importancia del equilibrio entre todas las dimensiones de la vida
(trabajo, cultura, amistad y amor).
Algunos
compañeros/as se animaron a sacar algunas reflexiones y conclusiones precisas
sobre lo que habíamos estado debatiendo:
- Sé
tú mismo y sé feliz. Si no puedes elegir, sé tú mismo.
- Todo
la sociedad padece algún tipo de “enfermedad”, es decir, algo personal con
lo que tiene que trabajar, la única diferencia es que algunos/as tienen
diagnóstico y otros/as no.
- La
felicidad no hay que esperarla, sino buscarla y trabajarla. Así que hay
que arriesgarse ya que si sales a por ella tienes más posibilidades que te
pasen cosas buenas.
- El
problema está en ti, el trabajo está en ti. El cambio está en ti.
- Nuestra
actitud nos hace libres.
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