Hoy, 29 de Noviembre de
2012, ha sido un gran día. Joaquín
Cervilla tiene indudables cualidades para proponer y poner en marcha
actividades poco usuales en este territorio de la salud mental, y para promocionar
con éxito reivindicaciones del sujeto que escapan a otras actividades
terapéuticas.
Ya estábamos dispuestos para
la explosión de vitalidad de nuestro valiente “coach”, nuestro compi Joaquín.
Ya sentados en la mesa acompañados de velas e incienso (el candil de Joaquín
queda para que otro día nos cuente más de él) se propuso un muy divertido
ejercicio; una subasta yo diría que millonaria. Recreando lo incomprable,
Joaquín hizo un monto de Felicidad y comenzó la puja: ¡Quién da más por la
felicidad absoluta! decía el coach, y todos empezamos a animarnos. Yo doy un
euro, yo un euro y un café, yo doy 500 euros, (decir que todos aportamos
cantidades reales y disponibles) yo doy el alma y 500 euros, yo doy la vida
entera y todo lo que soy, decíamos entre un inmejorable y acogedor clima.
Lo realmente interesante es
que a resultas todos fuimos felices, estábamos comerciando con algo que nos
pertenece, un potencial que olvidamos preocupados por el mañana o por el pasado
y si bien es contradictorio negociar con lo incomprable, ahí el juego,
descubrimos que efectivamente, la felicidad, es tan asequible como cualquier
producto comercial. La felicidad está ahí, como en una puja, todos somos
felices pero nos olvidamos, y si no la encontramos, sólo hay que pujar más. En
algunos momentos en la vida o como gracias a Joaquín en este taller hemos
recreado, la felicidad está ahí, sólo hay que atenderle y a veces por qué no,
darle su valor. Todos sabemos lo que es la felicidad porque, sin duda, en algún
momento la hemos experimentado. Os seguiremos informando de esta y más actividades
de SAPAME.
Con cariño,
Antonio Luque Fernández.
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