¡¡Hola familia!!
¿Cómo vais? ¡Espero que mejor que ayer y peor que mañana!. Antes de comenzar os diré que este taller que presidió María, para mi fue el más gratificante desde que estoy en SAPAME. Fue maravilloso, difícil de olvidar y sobre todo muy tierno.
Escucha activa por parejas:
Comenzamos con cómo debíamos realizar la escucha activa entre parejas formadas por dos sapamistas. Este ejercicio propuesto por María, nos decía, que no se trata de lo que decimos, sino de lo que escuchamos, preguntamos al compañero que nos contara algo de su vida y es muy importante saber que cuando se escucha activamente, debes estar presente en la escucha, no hablar ni gesticular ni dar consejos aunque sus palabras nos tienten a ello, pues podemos despistar al compañero, es decir estar “mutis”.
Debemos esperar sobre todo, y la experiencia una vez acabada os suscitará mucha paz y algo que no sé definir con palabras, pero genial. Yo me sentí más cómoda cuando mi joven compañero me hablaba que cuando yo le hablaba a él, aún así, también me sentí muy bien cuando él escuchaba, porque sus ojos brillaban de una manera, que me estremecieron, que casi me embarraco allí. También debemos saber que la discreción y atención hace que el que habla, tanto el que escucha se sienta tranquilo y que confíe en ti.
María, siguió con la siguiente pregunta:¿qué es más fácil y cómodo para nosotros? ¿Comunicarnos por parejas o a todo el grupo? Hubo disparidad, y es muy normal, cada uno se siente mejor por parejas o en grupo, es una opinión particular y cada persona tiene sus motivos, carácter...
Después María nos hizo reflexionar para ver si lo que se escuchó del compañero/a se nos podría olvidar y tuvimos que exponer, uno por uno, lo escuchado, para poder averiguar el grado de atención que habíamos prestado.
Para saberlo, comentamos lo que nos comunicó el compañero, teniendo en cuenta que algunos dijeron que ciertas cosas dichas para ti o para él no querían que se contasen a todo el grupo y que ante todo es muy respetable lo que ellos deseen.
Este ejercicio derivó en que las contestaciones tienen que ver con la necesidad del emisor, de sentirse respaldado, ayudado por su oyente, porque se encuentra más seguro con personas del entorno de SAPAME, debido a que en casa, con familia, amigos, no se siente comprendido a la hora de hablar de su enfermedad o de cualquier problema.
Otro consejo muy destacado y necesario es que si nos encontramos de bajón, debemos fortalecernos primero, ayudarnos, centrándonos en “nosotros” y así podremos ayudar a los demás, pero primero “tú”.
Un entorno en armonía, no depende de ti, sino de un conglomerado de situaciones y cosas, el entorno nunca va a ser perfecto, siempre llueven problemas a mantas. Esta vida tiene de todo, bueno, malo y regular.
Volviendo un poco hacia atrás, María nos pregunta: ¿Se me ha olvidado algo de lo que mi compañero me dijo? ¿por qué?, pues ese olvido tiene que ver con algo de mi vida, empatizamos con el otro porque sus experiencias son similares a las nuestras, y cuando no es así, es porque no somos capaces de reconocer nuestros defectos o lo que nos afecta.
Las preguntas que hacemos tienen que ver bastante con nosotros mismos, con lo que sentimos y con lo que deseamos que nos pregunten. Explorar, preguntar en lo que puedes ayudar, en las necesidades, anhelos y preocupaciones de los demás, porque tú ya has pasado por ahí e intentas escudriñar de los demás porque necesitas resolver lo que a ti te apesumbra. La escucha activa es un aprendizaje para todos, oyentes, parlantes y además muy fructífero para salir de las profundidades que nos ahogan a todos los enfermos de SAPAME.
Y para poner fin a este último ejercicio que nos propuso María “caramelo”, fue estremecedor para todos, la unión de nuestras manos en círculo con luz tenue y música relajante, un abrazo de dos que poco a poco encadenó a todos en un abrazo común (una piña), afloró en nosotros llanto, risa, complicidad y sobre todo un montón de emociones a borbotones de esta gran familia de SAPAME.
¡Gracias María eres un caramelo! Me endulzaste este día y espero no olvidarlo nunca. Y cada vez que lo recuerde seguro que me endulzaré mucho más. Me despido como siempre con un abrazo y 1000 besos y con la satisfacción de poder haber escuchado activamente.
Rosa.
PD: Mi escucha activa con el joven compañero que me tocó, me hizo sentir más humana de lo que ya soy, debido a su dulce y brillante mirada, a su tímida y tierna juventud, gracias a mi niño J. Es un placer poderte conocer y espero volver a dialogar contigo.
Lo sentimos de este taller no tenemos imágenes, la atención no estaba en producir imágenes.
María agradece a Qualia y a Concha por su Taller de Escucha Activa, perdón si te lo he robado. Gracias Rosa, eres la segunda persona, junto con Luisa, que me dice caramelo, me lo he creído ya.
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