El pasado 25 de febrero tuvimos el placer de contar
con la presencia de Teodoro Sanromán, psicólogo, terapeuta gestalt y experto en
meditación, precisamente para introducirnos en ésta y conocer lo que supone su
práctica.
La meditación está cada vez más presente en la vida
de todos. Así, mientras que la meditación nos conduce al bienestar y a la
felicidad, la mente lo hace tanto al bienestar como al sufrimiento.
Tenemos una visión externa del bienestar y el
sufrimiento, por ello queremos colocar a nuestros alrededor las condiciones
ideales para conseguir el uno y evitar el otro. De este modo, la mayoría de las
personas miramos hacia fuera para conseguir la felicidad, sin embargo, las
condiciones que nos rodean aunque sean
ideales no nos quitan de experimentar sinsabores.
Cubrir las necesidades básicas es esencial para
disfrutar de la vida. Sin embargo, la vida se convierte en una lucha incesante
por mejorar nuestras condiciones tales como trabajo, pareja, etc.
Tras esto Teo concluye que internamente no sabemos
sentirnos satisfechos.
La meditación pretende romper con todo eso, nos
salva de esa sensación ambivalente característica al orientar nuestras vidas
hacia fuera.
La meditación nos puede hacer comprender que hay
otra forma de sentirnos felices más estable y duradera. Así, la práctica de la
meditación nos lleva al descanso, al hogar, al lugar que buscamos y dónde
queremos estar, a la paz interior, a la quietud y a la serenidad.
La meditación no me hace abandonar mi vida, sino que
nos hace reconocer que dentro de nosotros hay un lugar sereno y tranquilo y que
justo ahí está nuestra garantía de felicidad.
Posteriormente, realizamos una práctica sencilla adoptando
una postura adecuada y concentrándonos en nuestra respiración. Nos concentramos
en como entra y sale el aire por nuestras fosas nasales, sólo en esa sensación.
Si aparece algún tipo de pensamiento lo ignoro y vuelvo a la sensación en mis
orificios nasales.
En cuanto a frecuencia de la práctica de meditación,
en principio, dos veces en semana durante unos 5-10 minutos. Es importante que
comencemos con sesiones breves.
Finalmente Teo destaca que con la práctica
encontraremos esa experiencia descrita más arriba, pero hemos de cultivarla
mediante entrenamiento.
¡Quizás
te estás equivocando en dónde buscas tu felicidad!
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