TALLER DE HABILIDADES SOCIALES Y DESARROLLO EMOCIONAL

8 de febrero de 2012

Nuestro psicólogo don Paco Pepe, el simpático y travieso Paco Pepe nos invitó a reconocer en los demás compañeros de Sapame el porcentaje de ansiedad y depresión que portamos los allí presentes, siempre con mucho respeto y sinceridad e intentando escudriñar con inteligencia emocional para no dañar a nuestros compañeros.
Ver el miedo que generamos, los síntomas de cada uno de nosotros, si somos extrovertidos, vulnerables, solitarios, hiperactivos, apáticos, si nuestro cuerpo y mente se deteriora, y que evoca nuestra cara, el habla, si estamos confundidos, aturdidos, faltos de afectividad...etc. Todo este engranaje de actitudes solo puede ser detectado, a parte de los profesionales de la mente, por los amigos verdaderos que con afecto nos descubren el grado de fragilidad que nos afecta a cada uno en particular, conviviendo día a día con nosotros con mucha paciencia y que no nos dejan pasar por la vida inexorables.

Don Paco Pepe nos propuso un juego de preguntas con la finalidad de encontrar en el compañero el porcentaje de ansiedad y depresión que portaba. Nos comentó cómo elaborar el juego, por cierto muy lúdico y ameno.
Debíamos de salir al centro de la sala uno por uno, y una vez allí, los componentes de Sapame, formularíamos una sola pregunta cada uno, para que el juego fuese más explícito y el entrevistado sólo debía contestar con una sola respuesta, que era si o no, y una vez terminada la novela de preguntas tuvimos que evaluar el grado de ansiedad y depresión del compañero entrevistado. El baremo era de 0 a 100. Cuando acabamos de puntuar cada uno al compañero, él tenía que decirnos si nos habíamos acercado a la puntuación que él mismo se evaluó. Unas veces fue acertado, otras no, pero la finalidad de este juego fue conocernos mejor, distraernos y sobre todo respetarnos, ayudarnos y sentirnos identificados con los demás. Porque todos tenemos problemas, y nos necesitamos para salir del pozo y debemos echarnos cuerdas los unos a los otros, así nunca nos ahogaremos.



Ya me voy, me despido con un fuerte abrazo y mil besos para todo el mundo mundial, y mi gratitud a don Paco Pepe por su amena, distraída y divertida clase de habilidad social y desarrollo emocional, porque eres muy hábil y nos emocionamos.
Rosa.