Sobre este tema: La reforma del Código Penal que propone el Gobierno, hablamos en la anterior asamblea de SAPAME, de la intención de introducir la vinculación de los calificativos, violento y peligroso asociado a enfermo mental, y del endurecimiento de las medidas que ya existen.
A este respecto también en "Primera vocal", se hace eco de una reflexión de una empresa consultora de salud mental que dice lo siguiente:
"El problema que tienen las personas con enfermedad mental a
partir de ahora es que, si cometen un delito, serán juzgadas por la comisión de
ese delito (ese será el motivo del juicio), pero lo que se va a juzgar no va a
ser el delito cometido sino su peligrosidad como sujeto (este será el objeto
del juicio), de la que se podrá deducir la posibilidad de comisión de nuevos
delitos que todavía no ha cometido (que pueden presuponerse incluso más graves
que los realmente cometidos) y por el que puede ser sentenciado a un
internamiento psiquiátrico más largo que el que le correspondiese por la
gravedad del delito cometido y que, de hecho, puede convertirse en perpetuo."
Como adelantábamos reproducimos la noticia íntegra del periodista N. Márquez :
"Ante la falta de recursos asistenciales capaces de dar
una respuesta eficaz a los casos más graves de enfermedad mental, un creciente
número de estos pacientes terminan en la cárcel. La federación andaluza de
familiares y personas con enfermedad mental Feafes ha vinculado los recortes en
salud mental con los trágicos hechos de Dos Hermanas ocurridos el pasado 28 de
febrero cuando un enfermo mental grave cometió un triple parricidio en pleno
brote psicótico. Este enfermo de esquizofrenia no seguía el tratamiento y
acumulaba un año sin atención psiquiátrica.
Se estima que el 40% de los reclusos sufren algún trastorno
y sólo en la cárcel de Morón hasta 800 presos necesitan psicofármacos. En
Andalucía, de los 16.200 internos, 1.298 sufren problemas mentales graves.
Estos enfermos, que han dejado de recibir asistencia psiquiátrica externa,
tienden a empeorar y a caer en drogodependencias y otras adicciones. El entorno
de la prisión les aleja así de la reinserción.
La Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz incide además en
que, ante una disyuntiva marcada por la falta de recursos asistenciales
eficaces, los jueces, aún reconociendo que se trata de enfermos, suelen optar
por la condena para salvaguardar la seguridad. Chamizo alerta del creciente aumento
de personas con trastornos o con discapacidad en prisión y recordó que en todo
el territorio español sólo existen dos centros penitenciarios psiquiátricos
ubicados en Sevilla y Alicante.
Durante la presentación del informe sobre la salud mental en
Andalucía, Chamizo puso de relieve que “la asistencia psiquiátrica en los
centros penitenciarios andaluces evidencia graves carencias, dado el alta tasa
de prevalencia de estas enfermedades en los reclusos”. Ante esta realidad, el
Defensor Andaluz insiste en que “es urgente impulsar los convenios entre la
Junta de Andalucía (Consejería de Salud y Bienestar Social) e Instituciones
Penitenciarias” que permitían la asistencia psiquiátrica externa en las
cárceles. Lejos de solucionar este problema endémico, la reforma del código
penal en la que trabaja el Gobierno central llenará aún más las cárceles de
enfermos mentales. El Defensor del Pueblo Andaluz se ha unido a las
asociaciones de familiares, coordinadores médicos y fiscales en el Observatorio
Andaluz de Salud Mental para tratar de frenar esta reforma. Los cambios que
prevé el Gobierno permitirían la posibilidad de la prórroga perpetua, con
revisiones cada cinco años, de los enfermos mentales graves en la cárcel si hay
“evidencia de riesgo” a que cometan nuevos delitos. Con esta reforma las
prisiones corren el riesgo de transformarse en nuevos manicomios, sin
asistencia psiquiátrica."
De momento, nos quedamos sin palabras... pero no sin Voz.
1 comentario:
Si, que se determine la peligrosidad y no el hecho punible en personas con discapacidad mental puede cargar las tintas en la estigmatización que históricamente ha ocurrido con la enfermedad. Se puede entender por los peritos que por "no gobernarse" a si mismo un sujeto puede ser peligroso y por ello pasar mucho tiempo en la cárcel (ni mencionar la falta de dispositivos externos o si me apuráis ambulatorios). El término "riesgo" parece mas adecuado, pero amigos, seguimos con el mismo problema de siempre. Creerse el estatus de la enfermedad y el etiquetado sigue siendo una dificultad añadida a la recuperación, la peligrosidad puede ser una consecuencia y el riesgo entenderse como inducido. Hay que evitar que las personas "no vivan" por circunstancias desafortunadas o por que la sociedad (familia, posibilidades económicas, vivienda) no de acogida de nuevo. Debemos ser considerados ciudadanos como los demás y con los mismos derechos. Un delito absurdo puede ser peligroso, no la persona.
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