Mi primer día todo me resultó extraño, no sabía ni qué pensar ni qué decir; había estado un poco aislada socialmente. De pronto tenía la oportunidad de relacionarme con personas que sabían a qué me estaba enfrentando, es decir, a gente que te mira con recelo, miedo, desdén o compasión.
Pensé que me gustaría integrarme en un grupo en el que poder contar como apoyo para poder llevar una vida plena y normal como el resto de la gente.
Hablé con la gente, mejor dicho, la gente habló conmigo y pensé “¿por qué no?”. Darme una oportunidad a mí misma y una oportunidad a nuevas amistades y gente con la que compartir inquietudes, fantasmas y deseos.
Así que si soy bien recibida, me uno al club.
María Yrigaray
1 comentario:
A ver si os apuntáis a esto:
http://adesorg2009.magix.net/website/#15
Si el enlace no funciona buscad ADES (Asociación de desempleados, de Guadalix de la Sierra, Madrid)
Horac
Publicar un comentario