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miércoles, 18 de abril de 2012

Taller de Ayuda Mutua.

¡¡Hola padres, madres, hijos, abuelos, abuelas and company!!

Os habréis dado cuenta de que hoy cambié la manera de saludaros y la razón es, que este taller guiado por María Caramelo, que por cierto, cada día es más participativo y apasionado trata de mejorar la relación con nuestra familia, nuestras raíces y ver lo importante que es aceptar de dónde venimos y que estamos en esta vida gracias a ellos.

El ejercicio que nos propone María es muy simple pero a la vez puede ser un ejercicio en el que tengamos que discurrir y poner nuestras habilidades a trabajar para poder llevar y entender más y mejor a nuestros padres o...

La primera pregunta que María nos hace es: ¿qué nos han aportado nuestros padres que haya sido beneficioso para nosotros?

Nos dio un folio en el que cada uno debíamos poner lo que nos dieron y nuestro nombre, se lo entregamos y luego ella lo leyó en voz alta. Las respuestas fueron: cariño, ternura, disciplina, educación, protección... todos coincidimos en estos aspectos.



La segunda fue: ¿Qué quejas teníamos de nuestros padres? Que las escribiéramos, pero que las guardásemos para nosotros para que una vez que María nos explicara todo el sentimiento de nuestra vida y la importancia que supone para nosotros de dónde procedemos, nos agrade o no, estamos aquí gracias a nuestros padres, si ellos tienen características como cabezonerías, machismo, crueldad y otras cualidades que nos dañan, debemos enseñarles con nuestra afectividad y mostrarles todo lo contrario de lo que ellos piensan con hechos y sin dejar que nos afecten sus palabras dañinas y veréis que con el tiempo, aprenderán de vosotros y la relación será cada día más llevadera, comunicativa y afectiva, y recordad que también seréis padres y os equivocareis.

Las quejas que escribimos y guardábamos tuvieron el cambio que María quería que lográramos y así fue, ya no vimos tantas quejas como al principio, es increíble lo que las palabras nos pueden aliviar y lo que pueden llegar a calar en nuestros sentimientos, y sobre todo debemos saber que todo no es blanco o negro, sino que en medio hay toda una escala de grises.

Yo sé que es muy difícil perdonar el mal que nos hayan causado, pero con agallas y esfuerzo, veréis que merece la pena, paliará nuestro corazón, la convivencia será más placentera y si no somos correspondidos, como pensábamos, no debemos sentirnos mal, lo importante es estar en paz contigo mismo, y tu interior se fortalecerá y la energía que tienes cada vez tendrá más potencia y será más positiva.

Me voy con la esperanza de que la relación con los míos sea cada vez más afectiva, seguro que de mi parte no tendré problemas porque yo siempre perdono y olvido.

Un abrazo y 1.000 besos.

P.D.: Esto lo he leído en un azucarillo de un café al que suelo ir y quiero que lo leaís, a mi me hace bien y no quiero quedármelo para mí, lo quiero compartir con todos los sapamistas: “Sé fuerte para que nadie te derrote, sé noble para que nadie te humille, sé humilde para que nadie te ofenda, y sigue siendo tú para que nadie te olvide”. Y mañana más.

Rosa.

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