Al pie y al sur de Granada y
Sierra Nevada, se alza Dílar, con vega y alta montaña, hasta el Veleta. Junto
al río Dílar entre nogales y pinos fundamentalmente se embosca el Aula de la
Naturaleza Ermita Vieja. Bien regentado por la empresa Huerto Alegre. Y donde
el dieciséis y diecisiete de Noviembre del dos mil trece, diecisiete personas
entre socias, socias colaboradoras de Sapame y la compañera de uno de los
asistentes al fin de semana. Lo pasamos
muy bien, comenzando después de acomodarnos en tres habitaciones, un taller de
aves impartido por Dioni, acompañado por Pascual, ambos aficionados a la
observación y estudio de las aves. También estaban con ellos la mujer e hijas de
Dioni y las personas de Sapame en el salón del Aula de la Naturaleza Ermita
vieja. Donde Dioni amigo de una de nuestras socias colaboradoras, apoyado con
guías de campo de Feliz Rodriguez de la Fuente, imágenes y material suyo de
campo, nos dio nociones de las aves que nos podíamos encontrar en la zona, y el
material que hacia falta para la observación, estudio y grabación de sonido de
las aves. Saliendo posteriormente al exterior del recinto con prismáticos para
observar en devenir de las aves del entorno, pasándolo bien, aunque con algo de
frío y aprendiendo algo del comportamiento y vuelo de las aves.
Completando
el taller de aves, con una explicación de como distinguir a las aves por su
tamaño, forma, colores del plumaje, las pata y los picos. Poniéndonos imágenes
ilustrativas y sonido de canto de aves, que le fuimos solicitando. En todo
momento atento con las personas asistentes y con bastante conocimiento del
tema. En general nos entusiasmó el taller de aves.
Tras
comer muy bien, descansar una hora larga. Con zumo y bizcocho buenísimo que nos
pusieron, preparado para llevarnoslo. Dimos un paseo de unas dos horas por el
bellísimo entorno de pinos y montañas Nevadenses y Dílareñas, por un carril que
nos hubiera llevado al paraje llamado Ermita Vieja, que da nombre al Aula de la
Naturaleza que estábamos. Si no hubiera sido porque nos dimos la vuelta unos
veinticinco minutos antes de llegar, debido a que se nos estaba haciendo de
noche y no llevábamos suficientes linternas para las personas que libamos.
Descansamos
un poco y Rosario animadora socio-cultural en practicas del ayuntamiento de
Granada que está ahora en Sapame, nos deleitó con un teatrillo de sombras muy
bien preparado por ella, e iluminado por nuestro socio colaborador Ignacio
Martín y ayudada por la compañera de Ignacio, Pilar Romero. Nos gustó mucho, era
un historia de una bondadosa luciérnaga y porque ilumina.
Cenamos muy bien y fuimos atendidas las
personas asistentes en todo momento con presteza y amabilidad por Ada y Chapi,
portándose de maravilla con nosotras, así como la cocinera Mari Angeles.
Dándoles el último día un aplauso y a la cocinera yendo todas las personas a la
cocina.
¡Fiesta!,
¡fiesta!, baile, bebida sin alcohol y acompañamiento alimenticio, como frutos
secos, aceitunas, patatas fritas...
Con buena música puesta por Aurora, socia
colaboradora que ha llegado a las personas de Sapame apenas hace un año y
que nos apoya bastante. Bailamos casi
todas las personas asistentes, pasándolo de maravilla. Quedando al final cinco
personas junto a la chimenea, arrancándose Aurora a contarnos dos bonitos
cuentos, que escuchamos con mucha atención.
Los
rayos de sol entran por la mañana, amaneciendo el Domingo, con un degustación
de aceite de la almazara de Dílar "Quaryat Dillar" de aceituna verde y selecta.
Nos gustó mucho el aceite y casi no daban abasto a hacernos tostadas.
Nuestra
compañera Amaya nos dio en una sala preparada para ello un taller de plantas
aromáticas que había allí y cremas y sustancias que llevaba ella. Yéndonos
posteriormente con un buen día de sol y con algo de frío, al río donde al sol
jugamos al juego del pañuelo, divirtiéndonos mucho, participan to casi todas
las personas del grupo.
Un
aperitivo con lo que nos sobró de la noche anterior, nos predispuso para una
buenísima comida. Tras la cual y con el café,tes... . Yo leí un poema precioso
de Mario Bennedeti acerca de la buena gente y otros más de los premios Atalaya.
Continuando con un debate en un supuesto de que la tierra fuera inhóspito y
solo se pudieran salvar cinco personas, quién sería, representando cada persona
una profesión, resultó muy interesante la experiencia.
Llegó
el momento de despedirnos del lugar con tristeza por irnos y alegría y bien
estar por lo bien que lo pasamos, estuvimos y fuimos tratadas las personas
asistentes.
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