Como cada verano desde hace seis años,
después de la cena de fin de temporada con los amigos, amigas y
familiares. Venimos celebrándolo en mi casa más relajadamente, sólo
entre nosotros y nosotras. Cosa que a mi me agradaba mucho y aunque
era cansado para mí y alguna gente que ayudaba, lo pasamos muy bien
estos cinco últimos años.
Pero ya este año he pensado que sería
mejor reunirnos todos y todas en el Río Dílar, pues ya era mucha
gente la que acudía a mi casa y a mi me gustaba atenderla bien y
aunque me agrada mucho tenerlos y tenerlas reunidos y reunidas en el
chalet, era cansado par mí y un grupo de gente que ayudaba.
De todos modos lo hemos pasado muy
bien en el río Dílar. Llevando cada persona algo para compartir, ha
sido una experiencia distinta, que ha salido bien, aunque ha habido
gente que me ha comentado que se lo pasaba mejor en la casa con la
piscina y todo. Pero bueno es otra etapa y haber si el año que viene
se anima alguien para acogernos, y si no en el Río Dílar se está
muy bien. He incluso podemos cambiar de sitio. Lo importante es que
no se pierda esa sana costumbre de reunirnos al final de cada
temporada los socios, socias, colaboradores y colaboradoras a tener
una bonita convivencia.
Cinco personas después de comer nos
atrevimos a andar un rato con todo el calorín. Decidiendo nosotros y
nuestro guía Ignacio Martín, investigar un poco la zona, subiendo
por un barranquillo con bastante vegetación que teníamos que ir
apartando y algo de agua y barro, pero lo llevamos bien, llegando a
una cueva que era refugio en la posguerra y de cabras. Decidiendo
seguir hacia arriba llegando por una cuesta bastante empinada al
carril que lleva a la zona, llamada ermita Vieja, aunque decidimos
seguir hacia abajo saliendo al aula de la naturaleza y de ahí a
donde habíamos partido. Reuniéndonos de nuevos con nuestros
compañeros y compañeras.
Descansamos, algunas personas se
bañaron en el río a pesar de lo fría que estaba el agua. Después
tomamos algo y salimos hacia el merendero la Casucha de Pedro, donde
tomamos algo acompañado con una torta de Santiago que nos obsequió
nuestra amiga y colaboradora Pilar Romero Taboada, y unas galletas
que trajo Ignacio Martín, quien como es costumbre nos lleva el pos
postre, que cosiste en chocolate, que hace las delicias de grandes y
pequeños y pequeñas.
Este años hubo menos gente que suele
haber en mi casa, espero que el año que viene se anime más gente y
lo pasemos tan bien como este año.
OS SEGUIREMOS TENIENDOS INFORMADOS E
INFORMADAS DE TODO CUANTO ACAEZCA EN SAPAME.
Hola compañer@s. Saltando Muros está en serios problemas pues se nos está obligando a cerrar la página. Si consideráis oportuno dejarnos vuestra opinión sobre por qué Saltando Muros no ha de desaparecer, estaríamos muy agradecidos: blogsmtenerife@gmail.com
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