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jueves, 9 de mayo de 2013

Psicología Positiva y Algunas Aportaciones a Salud Mental

Persiguiendo acercarnos a un modelo alternativo a los enfoques tradicionales en salud mental, decidimos invitar a Virgilio Ortega a colaborar en SAPAME. Su propuesta consistió en acercarnos a la Psicología Positiva y algunas de sus aportaciones en el ámbito de la psicopatología. Dejando de un lado las intervenciones Familiares y Psicoeducación, Entrenamiento en Habilidades Sociales, Terapia Cognitivo-Conductual, Tratamiento Asertivo, Comunitario y Empleo Protegido (intervenciones psicosociales comunes a nuestra situación) la Psicología Positiva puede complementar el marco Patogénico de la Psicología Clínica constituyendo así enfoque más integral que trata de comprender la naturaleza humana en su plenitud. En este sentido, nos introdujimos en un paradigma nuevo y todavía en expansión que está tomando fuerza desde un riguroso contexto profesional. La misión de la psicología positiva no es decir a las personas que deben ser optimistas, o espirituales, o amables, o estar de buen humor; sino estudiar las emociones positivas y el desarrollo de las propias fortalezas, con objeto de mejorar la calidad de vida y prevenir la aparición de trastornos mentales y patologías. La psicología positiva no es un movimiento filosófico ni espiritual, no es un método mágico para alcanzar la felicidad. La psicología positiva adopta el método de la psicología científica, ampliando el campo tradicional de actuación. En esta línea, se habló del modelo PERMA propuesto por Seligman:

o Positive Emotions (Emociones Positivas)

o Engagement (Compromiso o Entrega)

o Relationships (Relaciones Positivas)

o Meaning (Significado o Sentido)

o Achievement (Logros)


La finalidad última del modelo es alcanzar el Bienestar a través de estos cinco pilares. En relación a las emociones positivas, Es lo que, al menos en occidente, asociamos con el consumo de objetos y experiencias; somos felices cuando experimentamos alegría, placer, éxtasis, confort, etc. Es el elemento que más comúnmente asociamos a la idea de bienestar, si bien la felicidad que proporciona es de corta duración. A pesar ello, su valor es incuestionable porque distintos estudios empíricos han encontrado que todas las emociones positivas tienen un efecto amortiguador sobre el estrés. Este hallazgo va más allá de los trastornos mentales, siendo incluso válido por ejemplo en el caso de la reactividad cardiovascular. El segundo elemento nos conduce al concepto de “Flow”, en el que la persona fluye y se fusiona con una actividad que le requiere toda su concentración y le proporciona un placer incomparable. Estar en flow en algo tan sencillo como, por ejemplo, que una persona a la que le apasiona la lectura pase sin darse cuenta varias horas inmersa en una buena novela. También las personas con trastornos mentales pueden experimentar flow, lo determinante en cualquier caso es que la actividad concuerde con las cualidades y fortalezas más desarrolladas del individuo. El tercer elemento consiste en tener Relaciones Positivas. La idea es que muy poco de lo que es verdaderamente positivo te pasa en soledad. Hay que cultivar relaciones positivas, porque como dice Peterson, “son el mejor antídoto contra los momentos difíciles de la vida y la forma más fiable para animarse”. La investigación ha puesto de relieve que el número y calidad de las relaciones sociales son es un factor muy importante en la predicción del bienestar subjetivo. El cuarto elemento consiste en pertenecer y servir a un propósito que sea algo mayor que ti mismo. Esto se acostumbra a hacer a través de instituciones sociales, culturales o religiosas y, en ese sentido, no podemos pasar por alto que SAPAME constituye un ejemplo ideal para alcanzar lo que Seligman denomina “vida con sentido”. La consecución de Logros se esgrime como último elemento de la teoría y equivale a la unión entre práctica intencionada y persistencia o deseo por alcanzar el objetivo. En este caso lo relevante es que el proceso sea fruto de la motivación intrínseca la superación por la realización que experimenta el individuo en su interior.


                          

Muchas veces el conocimiento que tenemos sobre nuestras propias emociones negativas es una pérdida de energía que ponemos en práctica olvidando nuestras propias fortalezas y las de los demás. Así como la psicología social hace el énfasis en lo social, la psicología positiva hace énfasis en la responsabilidad ante las propias emociones negativas así como de las emociones positivas en relación con uno mismo y los demás. De ahí la importancia de la práctica intencionada de una autodisciplina en virtud de un significado o valor para la vida, los logros y el compromiso. Se entiende también que el sujeto tiene una dimensión trascendente o espiritual, la espiritualidad del hombre como una dimensión trascendente presente en toda cultura. Desde esta perspectiva en algún modo las fortalezas existentes en cada uno ponen la base de los factores de protección, para las experiencias positivas y la puesta en marcha de los rasgos positivos de personalidad, sin que el encuadre deje de ser por ello social y la conducta siempre en relación a la actividad mental. Transitar por lo desagradable se hace necesario, pero en realidad la cantidad y calidad de relaciones interpersonales aparece como el factor que más a menudo aparece asociado a un mayor nivel de bienestar psicológico percibido.


                           

Se esbozó el principal instrumento fruto de la colaboración entre Seligman y Peterson (VIA-IS) mide las 24 fortalezas repartidas en 6 bloques mediante 240 ítems. Una fortaleza es un rasgo o característica psicológica que se presenta en situaciones distintas a través del tiempo y actúa de barrera contra la enfermedad. Se repartió a los presentes una versión reducida del cuestionario con un total de 10 preguntas correspondientes a las 5 dimensiones que se han mostrado más eficaces en los estudios internacionales para: a) aliviar síntomas negativos; b) prevenir recaídas; c) mejorar la calidad de vida del individuo: Curiosidad, Vitalidad, Amar y dejarse amar, Gratitud y Sentido del Humor.

La versión reducida del cuestionario incluía el vínculo para acceder a la pág web y realizar el cuestionario completo, así como obtener más información sobre el tema. Para los más escépticos, como un ejemplo de que todo depende del prisma desde el que se mire, se plateó la conclusión a la que llegarían los enfermos a una conferencia sobre su problema de alcoholismo: en un vaso de agua un gusano vive, en un vaso de alcohol muere. Un usuario de los servicios de rehabilitación dijo: ah claro¡, si sigo bebiendo nunca tendré gusanos en el estómago¡.

                           

Nota del ponente. Existen evidencias de reacciones diferenciales en cada hemisferio cerebral según la valencia de la emoción: positiva o negativa. En particular, con emociones positivas, la Actividad Electrodermal Diferencial (EDA-D) del hemisferio izquierdo es significativamente superior que en el hemisferio derecho. Martínez Herrador, Valdunquillo Carlon, Martín Casado, Madrigal y Sixte. (2012). Emociones positivas, actividad electrodermal y asimetrías hemisféricas. Universidad de Salamanca.

Ánimo para ser positivos, las construcciones verbales que nos decimos, y los estados de ánimo que nos abaten no son excusa para tener “Flow”, ser optimistas, adaptarnos y sacar partido de la adversidad, reirnos, y ser felices. En caso de no haber asistido o requerir más información puede dirigirse a: virgilo@ugr.es.

Antonio luque fernández

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