Con el viento presente y algo de
agüita, Diecisiete personas socias de la asociación Sapame, el Domingo
diecisiete de Marzo, estuvimos en Dílar en una jornada de Equino terapia en el
centro ecuestre Los Alayos, junto a la
ermita de Dílar.
Cuatro compañeros mas estuvieron
observando nuestras evoluciones con los caballos y yeguas. Nos dividimos en
tres grupos de personas, dos de seis y uno de cinco, con un monitor y dos monitoras
del Centro Ecuestre.
Yo estaba en el grupo de cinco
personas, con Fernando el director del centro ecuestre. Nos enseñó a como
entablar relación con un caballo y acariciarlo, así como ponerle el arnés para
sacarlo fuera, lo cual hizo nuestra compañera Rosa Casares. Enseñándonos a
hacer el nudo que dejó al caballo atado a
la barandilla del picadero. Procedimos a limpiarlo entre las cinco
personas que componían el grupo mio.
Cris y Silke las otras encargadas de
la jornada ecuestre, con un grupo cada una de seis personas, limpiaron también
a un caballo y una yegua. Y bromeamos sobre quien había limpiado mejor a su
animal. El ambiente entre todos/as era distendido, mientras, mi grupo procedía a ponerle la montura al
caballo.
Sacamos de la cuadra cada persona un caballo o
yegua y tras atarlo/a procedimos a montarnos en ellos, ayudados/as por Fernando
y Cris. Los compañeros y compañeras de otro grupo cogieron con el ronzal
nuestros caballos y yeguas y los/as guiaron hacia la ermita de Dílar.
A mitad de camino
le quitaron el ronzal a los animales y nosotros/as cogimos las riendas de los caballos y yeguas y los condujimos a
la cuadra.
Tras
hacer el recorrido todos los grupos y algunos/as barrer la cuadra, Nos
dirigimos a mi casa en los coches, debido al mal tiempo, que al segundo grupo
los mojo un poco. Tras comer allí tranquilamente, con la chimenea encendida.
Salió un poco el sol y algunos decidimos sentarnos en el jardín a charlar.
Refrescó un poco y nos metimos en la
casa a merendar bollería, borrachillos, bizcocho y pastas, amenizados con buena
música. Después de jugar dos partidas al bingo algunos/as se fueron a Granada.
Y no muy tarde sobre las siete y media las restantes personas.
Todas
las personas asistentes me felicitaron por haberles gestionado la jornada de
Equino terapia. Disfrutamos mucho todo el día a pesar de que no acompañó el
buen tiempo, la ilusión por montar a caballo o yegua era mayor.
Todos/as quedaron con ganas de
repetirlo el año que viene. Y Fernado el Director del Centro Ecuestre, nos dijo
que la próxima vez podríamos hacer una paella allí.
Un saludo a todos
los lectores y lectoras de nuestro blog.
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