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lunes, 15 de octubre de 2012

El horror es el estigma


Viernes 12.10.12
IDEAL
El horror es el estigma
Denuncian un espectáculo que identifica enfermedad mental con violencia
Usuarios y especialistas dicen que el ‘Manicomio’ del Circo de los Horrores echa por tierra años de trabajo por la integración social de estos pacientes
INÉS GALLASTEGUI
igallastegui@ideal.es
GRANADA. En el ‘Manicomio’ del Circo de los Horrores conviven «psicóticos, desquiciados y perturbados formando una familia de enajenados mentales».Allí «torturados cirujanos y enfermeras carniceras destrozarán cerebros y cuerpos bajos los efectos del delirio». Sin contar a los «acróbatas esquizofrénicos compulsivos, malabaristas ludópatas, enfermeras bipolares, payasos degenerados y equilibristas exhibicionistas», que trasladarán al público «al inquietante mundo de los locos». Todo ello en dos horas y a precios de entre 10 y 30 euros es lo que promete la última producción del Circo de los Horrores, que en su gira por España ha despertado las protestas de afectados por enfermedades mentales, sus familiares y los sanitarios que les tratan. En Granada el circo ofrece funciones hasta el domingo. Para José Manuel Arévalo, presidente de la Asociación Salud para la Mente de Granada, Sapame, el espectáculo «es bochornoso y lamentable». «En el imaginario colectivo, todavía queda por erradicar esa asociación que identifica a las personas con una enfermedad mental como sujetos violentos, perturbados, imprevisibles... Esto es un torpedo que echa por tierra el trabajo de muchos años», lamentó el representante de la plataforma En Primera Persona. «El arma más eficaz de la lucha contra el estigma es el conocimiento, el contacto directo. Por eso nuestra asociación es muy abierta e integradora. Este año nos dieron el primer premio a la mejor iniciativa contra el estigma de la enfermedad mental –explicó Arévalo–. Por muchas campañas informativas que hagamos, lo que más cuenta es que nos conozcan, y eso se hace pasito a pasito, poco a poco. Pero luego llega un espectáculo como este, con mucho impacto mediático, y nos hace retroceder a otros tiempos». El director del Plan Integral de Salud Mental de Andalucía, Rafael del Pino, resaltó que, probablemente, detrás de este espectáculo no hay mala intención, sino un refuerzo de los estereotipos sobre los enfermos mentales. Porque la idea de que estas personas son más violentas o cometen más delitos que el resto no se sostiene desde el punto de vista científico. «No conocemos y no queremos conocer la enfermedad mental, porque nos da miedo. Y una forma de negarla es ridiculizarla –dijo–. Me encanta la provocación, y no estoy planteando una censura, pero creo que este tipo de espectáculos no hacen reflexionar al público». Numerosos usuarios de los servicios de salud mental se han quejado a través del sitio www.1decada4. es, en el que la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP) lucha contra la estigmatización de la enfermedad mental. El nombre de la web recuerda la proporción de personas que a lo largo de su vida sufrirán algún trastorno psíquico, un concepto que engloba la anorexia, la bulimia, la depresión, la ansiedad, las fobias, el trastorno bipolar y la esquizofrenia.
Las críticas a este montaje circense llegaron al Parlamento andaluz en el Día de la Salud Mental
El miércoles, con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, los representantes de la Plataforma Andaluza de Asociaciones de Usuarios de Salud Mental aprovecharon la recepción que les ofreció el presidente del Parlamento autonómico, Manuel Gracia, para transmitirle su malestar por este ‘show’. «Él se comprometió a transmitirlo a la Mesa del Parlamento», explicó Arévalo. Desde la EASP, representantes de pacientes y de profesionales del área de salud mental enviaron a Jesús Silva, director del espectáculo, una carta en la que denuncian la imagen «en extremo irrespetuosa» que este montaje ofrece sobre las personas con enfermedad mental, a las que trata como a «dementes, perturbados, peligrosos psicópatas, violentos, impredecibles, temidos, objeto de burla y de castigos y vejaciones». «Gran parte del sufrimiento que padecen las personas con enfermedad mental se produce por el desprecio social que tienen que soportar, y no por la enfermedad en sí misma», añaden. La carta, firmada por miembros de las federaciones andaluzas de pacientes y profesionales de la EASP y del Programa de Salud Mental del SAS, recuerda que el espectáculo podría ser denunciado por infringir la Convención Internacional de Derechos de los Discapacitados, al atentar contra su imagen.
Las asociaciones también han criticado que este ‘show’ degradante para los enfermos sea accesible para niños a partir de 8 años y esté subvencionado por el Ministerio de Cultura, mientras el Gobierno recorta la atención a estas personas. También es paradójico que se ofrezcan descuentos para universitarios y que en la carpa haya asientos reservados para discapacitados.
El pasado verano, en respuesta a las quejas de las asociaciones de pacientes tras el paso del circo por Santander y Zaragoza, el productor ejecutivo de ‘Manicomio’,  Manuel González Villanueva, se comprometió a cambiar algunos de sus textos publicitarios. «En nombre de todos los que integramos la compañía quiero trasladar mis más sinceras disculpas a cada una de las personas que se hayan podido sentir ofendidas», termina la carta. Pero el espectáculo es el mismo que entonces. Y los afectados piensan seguir protestando allí donde vaya la gira.

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